Ciberseguridad


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julio 13, 2015

cybersecurity

El motor de crecimiento de cualquier negocio en el mundo hiperconectado.

La protección de la información crítica de la empresa es una propuesta de valor para el negocio, más si se trata del entorno tan atractivo como el Internet de las Cosas.

Los datos privados comerciales, planes de negocios confidenciales y la seguridad de las operaciones de negocio, dependen en gran parte de la protección de nuestros datos. La pérdida de este tipo de información puede suponer consecuencias muy negativas para nuestro negocio.

Las empresas de hoy en día se ven afectadas por el Internet de las Cosas (IoT), la tendencia creciente que vincula “cosas” (vehículos, dispositivos, sensores remotos…) con Internet. Esto ha generado un brote de democratización de los datos, que se pueden compartir de forma amplia, en tiempo real. Huawei estima que en 2025 se generarán un total de 100.000 millones de conexiones globalmente, con la siguiente activación de 2 millones de nuevos sensores cada hora. Y no nos olvidemos de la filosofía BYOD ((Bring Your Own Device, “Tráete Tu Propio Dispositivo” en español), que implica mayor control de la separación de los ámbitos privado y profesional, y por tanto, de los datos que pertenecen a cada perfil.

¿Qué puede provocar esta hiperconexión de las cosas? Qué la información se queda al descubierto para que otros usuarios “fuera de nuestro círculo” puedan tener acceso no permitido a nuestros datos, y no se sabe en qué momento y dónde se produce esto. El Internet de las Cosas exige una constante revisión de los riesgos que puede sufrir la empresa, además del continuo chequeo del funcionamiento y de las consecuencias en cuanto a la privacidad de la información. Este aspecto será clave a la hora de decidirse por la compra de un producto de IoT, pues la preocupación de los consumidores en cuanto a la seguridad de los datos va en aumento.

Los desafíos de la seguridad en Internet de las Cosas

  • Mayor superficie para atacar por los millones de nuevos dispositivos conectados.
  • La diversidad de las amenazas debida a la variedad de objetos a los que los atacantes pueden dirigirse.
  • Las amenazas más sigilosas que evaden las detecciones iniciales en un punto en el tiempo.
  • El impacto y el riesgo, debido a que los datos e información personal fluyen entre los procesos y los dominios de las empresas.

El IoT requiere una reflexión sobre la ciberseguridad puesto que se maneja una gran cantidad de datos importantes. Por ello, se necesitan nuevos enfoques de la seguridad cibernética para abordar el acceso y la utilización de esta información. Los usuarios de datos del IoT tienen que garantizar que no habrá ruptura con tantos movimientos de datos.

El Internet de las Cosas, y su siguiente etapa, Internet of Everything (IOE), están creando grandes oportunidades por el increíble crecimiento de las conexiones en red entre personas, procesos, datos y las cosas. Pero para tener éxito en este nuevo mercado, es necesario que toda empresa despliegue las herramientas, políticas, operaciones y tecnologías de ciberseguridad adecuadas.

¿Listo para dar el siguiente paso?


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